Los Países Bajos están conocidos por ser un país de políticas liberales, secular y moderno. Sus gentes, siempre abiertas y tolerantes, son un ejemplo para muchos a seguir. Pero ¿en qué consiste la cultura holandesa y qué es lo que caracteriza a los holandeses? En esta página te cuento como es la identidad cultural de Holanda, sus costumbres y tradiciones más destacadas.
¿Cómo es la cultura de los holandeses?
A primera vista los holandeses pueden parecer algo reservados y distantes, pero una vez los conoces (y sobretodo si hablas su lengua), te darás cuenta de que son de los más simpáticos, familiares y abiertos. De hecho están conocidos mundialmente por ser uno de los países más tolerantes.
Los holandeses tienen una cultura típicamente norte europeana, donde se valora el tener una buena formación, ser productivo y eficiente, ser puntual, correcto y educado y sobretodo el no malgastar y no destacar. «Nuchtere Hollanders» es una de las formas que tienen los holandeses de describirse a sí mismos y hace directa apelación a su cultura calvinista de trabajar duro y vivir sin excesos.
Pero más allá de los tópicos, Holanda es un país de gran diversidad que alberga un rico patrimonio histórico-cultural, con tradiciones y valores sociales que la hacen única y sorprendente. Sin ir más lejos, los holandeses supieron crear su propio mundo a salvo del mar y llegaron a dominar el comercio de ultramar en su Siglo de Oro.
Los holandeses están además muy orgullosos de su país y lucen con orgullo su bandera y los colores naranjas de la casa real holandesa, en especial durante el Día de Rey y cuando juega la selección.
¿Sabías qué? Una palabra con la que todo holandés se identifica es «gezelligheid», que significa algo agradable o acogedor. Para los holandeses, es esencial que todo sea gezellig: una visita familiar, una reunión con amigos, la decoración del hogar e incluso el interiorismo de tiendas y cafés. Todo debe ser gezellig y transmitir buenas vibraciones.
¿Qué cosas son típicas de Holanda?
A todo el mundo le viene a la cabeza la imagen de bicicletas, zuecos, tulipanes y quesos al oir hablar de los Países Bajos. Pero Holanda es mucho más que eso. Molinos, canales, diques, carriles bici, casas flotantes, y por supuesto, los coffee shops y el Barrio Rojo de Ámsterdam, son algunas otras cosas típicas de Holanda que sorprenden a todo aquél que la visita.
Aunque los Países Bajos han ganado fama mundial por sus leyes más permisivas hacia el sexo y las drogas, eso no es algo que afecte mucho al día día de los holandeses. Es más, al ser todo legal los holandeses lo ven como algo normal y lo viven sin complejos. De ahí su fama de país tolerante y liberal.
Por la gran cantidad de agua que tiene y lo mucho que llueve, Holanda es además un país muy verde y llano, repleto de parajes naturales y kilómetros de costa virgen.
Los amantes de la cultura disfrutarán asimismo de la gran oferta cultural y artística que ofrece el país, con museos de primera categoría dónde ver a los grandes maestros de la pintura holandesa.
Los molinos y pólders holandeses
En el pasado, gran parte de los Países Bajos estaba compuesta por terrenos pantanosos, lo que hacía imposible el cultivo. El secado masivo de lagos y humedales, mediante la instalación de molinos y la creación de pólders, permitió a Holanda ganar terreno al agua. Tanto es así que se creó una nueva provincia llamada Flevolanda. De ahí proviene la famosa frase: «Dios hizo el mundo y los holandeses, Holanda».
Otros paisajes típicos holandeses son los diques por donde pasan las carreteras, la costa holandesa con sus enormes dunas de arena, los grandes lagos y humedales y por supuesto, los canales.
La lengua holandesa
La lengua oficial de Holanda es el neerlandés u holandés, también conocido como flamenco en la zona norte de Bélgica.
La lengua holandesa tiene raíces germanas y como tal, guarda muchos lazos y semejanzas con el alemán y el inglés.
En algunas zonas del país oirás además la gente hablar en frisio, la lengua de Frisia, o con dialectos y accentos diferentes como el limburgués en Limburgo, Brabants en Brabante del Norte, Twents en Overijssel o Zeeuws en Zelanda.
La bandera holandesa
La bandera oficial de los Países Bajos se compone desde 1630 de tres franjas del mismo tamaño de color rojo, blanco y azul.
Muchos holandeses guardan una bandera en su casa, que cuelgan en la fachada de sus casas en ocasiones especiales como en el Día del Rey, Día de la Memoria y el Día de la Liberación.
La bandera naranja que en ocasiones se ve también ondear representa a la familia real holandesa, los Oranje, de ahí su color naranja (oranje en holandés significa naranja).
La casa real holandesa
La casa real holandesa, los Oranje-Nassau, goza de mucha popularidad en Holanda. Festividades como el Día de Rey, que conmemora el cumpleaños del monarca, son celebrados por todo lo alto.
Lugares muy relacionados con la familia real como lo son la ciudad de La Haya, Breda y el pueblo de Buren, reciben asimismo siempre muchos visitantes interesados en saber más sobre la familia real.
No te pierdas tampoco algunos de los palacios de la familia real: el Paleis Soestdijk, Paleis Huis ten Bosch y el majestuoso Paleis Het Loo.
Trajes regionales de Holanda
El traje que se conoce hoy en día como «típico de Holanda» procede en realidad del pueblo de Volendam.
El traje de la mujer se compone por una falda larga de vistosos colores, una camisa negra cubierta con detalles coloridos, un sombrero puntiagudo y unos zuecos. Los hombres van vestidos de negro con chaqueta y una camisa a rayas, calzando los tradicionales zuecos de madera y un pequeño sombrero.
Otro traje regional muy conocido es el de las chicas de Zelanda, que lucen una cofia muy peculiar en su cabeza.
Gastronomia holandesa
La cocina holandesa se caracteriza por platos contundentes a base de patatas y carne, pescado crudo o ahumado del mar del Norte y todo tipo de snacks como croquetas y patatas fritas.
En lo dulce destacan los famosos gofres holandeses, la tarta de manzana y las diferentes galletas regionales.
Arte holandés
Holanda ha sido la cuna de numerosos artistas de la talla de Van Gogh, Rembrandt y Vermeer. Puedes visitar sus obras más relevantes en los numerosos museos de arte en Holanda, como el Rijksmuseum en Ámsterdam. Para los amantes del arte más vanguardista no puede faltar una visita al Kunsthal de Róterdam y el Kröller-Müller Museum en el parque nacional De Hoge Veluwe.
Festividades nacionales
Los holandeses tienen muchas tradiciones vinculadas a festivos, como la de Sint Maarten (donde los niños van de puerta en puerta cantando y recogiendo caramelos), Sinterklaas (el Papá Noel holandés, que trae regalos a los niños que se han portado bien), o la de esconder huevos y celebrar la Pascua con un brunch.
Las fiestas de carácter religioso son más bien poco comunes en Holanda a excepción del sur de Holanda, donde la religión católica arraigó más y todavía hoy se celebran procesiones y fiestas como las del Carnaval por todo lo alto.
Celebraciones como las del Día del Rey o el Día de la Liberación son muy importantes para los holandeses. Además cada vez que Holanda participa en un mundial de fútbol, la gente se desvive por la selección y siguen todos los partidos en directo desde las grandes pantallas que en muchas plazas y pueblos se instalan para poder ver el mundial todos juntos.
¿Qué costumbres tienen los holandeses?
Igual que pasa en muchas otras sociedades, los holandeses cuentan con sus propias costumbres y tradiciones. Desde el horario de comidas hasta la forma de celebrar los cumpleaños. ¿Sabías por ejemplo que para quedar con alguien en Holanda lo has de acordar con mucha antelación? ¿O que para poder usar el aseo público se suele tener que pagar?
A continuación os hablo de algunas de las costumbres más destacadas y sorprendentes de los holandeses.
Ir en bicicleta a todas partes
Como ya es conocido, Holanda cuenta con cientos de miles de kilómetros de carriles bici y se dice que el país cuenta con más bicicletas que habitantes. Y es que en Holanda la cultura de la bicicleta es sagrada y ya desde bien chicos a los niños se les enseña a ir en bicicleta a todas partes.
Saludarse con tres besos
Mientras que en España nos saludamos con dos besos, en Holanda se dan tres besos en la mejilla a la hora de saludar y despedirse, pero sólo si son familia o amigos.
En caso de estar con desconocidos, en una reunión de negocios o trabajo, entonces la gente se presenta dando la mano y diciendo su nombre, y para despedirse se vuelven a dar la mano.
Ser educado y honesto
En Países Bajos, la gente es respetuosa, educada y valora quedar bien con los demás. Actos como llegar tarde, presentarse sin avisar o no saludar por la calle (especialmente en los pueblos) son mal vistos. Además, las normas cívicas y de tráfico se respetan, y el transporte público se utiliza en silencio.
Los holandeses cuidan sus calles, casas y jardines, lo que contribuye a una vida tranquila y placentera.
También son detallistas, y aprovechan cualquier ocasión para dar regalos o enviar tarjetas de felicitación, utilizando calendarios especiales llamados verjaardagskalender que suelen colgar en el baño.
Por otra parte, los holandeses tienen fama mundial por hablar sin tapujos e ir directamente al grano. Y es que para los holandeses es una falta de respeto el no ser honesto o hacer perder el tiempo a alguien.
Comer pan al mediodía
El almuerzo en Holanda suele tener lugar a las 12:00 h del mediodía y no suele ser más que un sándwich de queso y mantequilla. Incluso si los niños van a la escuela, lo normal es darles un tupper con el bocadillo y algo de fruta para comer al mediodía.
Esta es la razón por la que en el menú del mediodía de la mayoría de restaurantes y cafeterías holandeses sólo encontrarás bocadillos y como mucho alguna ensalada, tortilla o sopa para comer.
Los holandeses suelen comer de forma rápida e informal, aunque en el fin de semana, y en especial si tienen invitados, la comida suele ser algo más extensa, con panes y cruasanes recién horneados y todo tipo de rellenos, patés y mermeladas para untar el pan. De bebida se suele tomar leche o zumos de frutas.
¿Sabías qué? Los holandeses disfrutan de sandwiches con ingredientes que van más allá del queso y la mantequilla. Entre sus combinaciones favoritas están las virutas de chocolate (hagelslag), pasta de chocolate (preferiblemente Duo Penotti), crema de cacahuete (pindakaas), ensaladilla de huevo (eiersalade), láminas de coco (kokosbrood) e incluso galletas speculaas. ¡La variedad de aderezos para el pan en los supermercados holandeses es impresionante!
Cenar a las seis de la tarde
La comida principal del día (y la única comida caliente del día para muchos holandeses) es la cena, que se suele hacer entre las 18:00 y 19:00 h de la tarde.
De hecho los holandeses suelen trabajar hasta las 17:00 h y las tiendas suelen cerrar a las 18:00 h, por lo que a esas horas ya todo el mundo está casa.
La cena suele ser una comida copiosa a base de patatas, verduras y carne, aunque en la cocina holandesa hay mucha afición por probar platos exóticos de otras cocinas del mundo y en los supermercados uno puede adquirir ingredientes de todo tipo. Las opciones vegetarianas y veganas están asimismo muy en boga.
Trabajar para vivir
Aunque en Holanda son muy exigentes en el trabajo y los holandeses viven con una agenda muy ajetreada, se podría decir que los holandeses no viven para trabajar sino para vivir, ya que los horarios de trabajo se cumplen escrupulosamente y la conciliación familiar se tiene mucho en cuenta.
El nivel de bienestar es en general bastante elevado y, ya que los sueldos son más altos, uno puede vivir holgadamente trabajando menos horas de lo que estamos acostumbrados en otros países.
Tener ventanas sin rejas
Lo que en otros países quizás sería impensable, en Holanda sí que es posible: el tener una casa sin verjas y las ventanas a pie de calle sin rejas.
Es más, las ventanas de la mayoría de las casas en Holanda son enormes y los holandeses tienen la costumbre de no usar persianas y de dejar las cortinas bien abiertas para que así entre más luz, por lo que uno desde la calle puede ver todo lo que sucede dentro de la casa.
Hacer sonar la alarma de emergencia
Cada primer lunes del mes a las 12:00 h del mediodía se oye una sirena por toda Holanda. La señal tiene una duración continua de 1 minuto y 26 segundos y se emite a modo de test, por lo que nadie se preocupa si la oye.
Esta alarma se creó durante la guerra fría para advertir contra los bombardeos aéreos y en la actualidad se usa para advertir a la población en caso de situaciones peligrosas, menos el primer lunes del mes, que es cuando se hace el test.
Si escuchas la sirena varias veces seguidas, entonces si que hay una alarma.
Comunicarse con el vecindario
Muy curiosa es la manera que tienen los holandeses de dar a conocer ciertos eventos con el resto del vecindario sin tener que hablar directamente. Solo hace falta dar una vuelta por el barrio para saber quién está de celebración, ya sea por su cumpleaños, aniversario de bodas, nacimiento de un bebé o porque el niño ha aprobado el instituto.
Decoraciones como globos, banderines y muñecos inflables (para los cumpleaños y aniversarios), carteles con una cigüeña (para los recién nacidos) o mochilas colgando de la bandera holandesa (para los graduados) así lo delatan.
Celebrarlo todo en círculo
Lo normal en Holanda es celebrar eventos como los cumpleaños con tus amigos y familiares. Estos visitan la casa del anfitrión y le traen regalos. A cambio reciben un trozo de pastel y una taza de café o té.
Los invitados se sientan en círculo y conversan animadamente entre ellos, cambiando de vez en cuando de sitio para así poder hablar con todo el mundo.
Una vez el pastel ha sido consumido se pasa al picoteo ya más salado, con chips, dados de queso, frutos secos o bitterballen, y por supuesto, una cerveza.
¿Sabías qué? En Holanda no se celebra el día del santo, pero los cumpleaños son eventos importantes. Curiosamente, no solo se felicita al cumpleañero, sino también a sus familiares y amigos cercanos. Los 50 y 60 años son ocasiones especialmente destacadas y se celebran a lo grande.
Disfrutar del sol
Como país lluvioso que es, los holandeses saben apreciar cada rayo del sol. A la mínima que hace buen tiempo los holandeses se ponen sus vestimentas de verano y salen a la calle a disfrutar del sol, ya sea dando un paseo, en las terrazas de los bares, haciendo un picnic en los parques, una barbacoa en el jardín o tomando el sol en la playa.
Comprar de segunda mano
A los holandeses les encanta ahorrar y a la hora de comprar siempre van buscando las ofertas. En esta misma línea, en Holanda está muy aceptado el comprar objetos de segunda mano, ya sea por internet, en mercadillos o tiendas especializadas en productos de segunda mano.
Otros fenómenos, como el de los puntos de intercambio de libros en la calle, son también muy populares.
Vender sin intermediarios
El nivel de educación y honestidad de los holandeses es tal que muchos granjeros ofrecen sus productos en la calle sin estar ellos presentes. Para ello tienen unos puestos a pie de calle donde colocan sus verduras y frutas, huevos u otros alimentos, para que la gente los compre. El mismo cliente se sirve por si mismo y deposita en la caja fuerte la suma de dinero pertinente.
En esta misma línea, y por temas de eficiencia y productividad, ya son muchas las tiendas y supermercados en Holanda que cuentan con sistemas de autoescaneo para sus clientes.
¡Y qué decir de las típicas máquinas expendedoras de comida rápida! Sin duda, la forma más rápida de hacer un snack.
Otras curiosidades de la cultura holandesa
- Las tiendas abren hasta las 18:00 h y suelen tener un día a la semana que abren hasta las 21:00 h (la llamada koopavond).
- Las mujeres una vez casadas suelen cambiarse el apellido por el del marido.
- El 25% de las mujeres holandesas dan a luz en su casa y el nombre del bebé se mantiene en secreto hasta que este haya nacido.
- La escuela se empieza a los 4 años y es sólo por las mañanas (entre las 8:30 y 8:45 h y las 14:30 o 15:30 h según la escuela y el curso).
- Acostumbrados a lo que están a la lluvia, los holandeses no se inmutan ni usan el paraguas si caen cuatro gotas.
- A los holandeses les encanta planificar, son muy emprendedores y verdaderos entusiastas del bricolaje.
- Los holandeses son muy hogareños, les encanta pasar tiempo en su casa, por lo que suelen decorarla con mucho esmero.
Dónde ver la Holanda más típica
Quien durante su estancia por los Países Bajos desee experimentar la Holanda más típica, no debe de perderse los canales de Ámsterdam, la ciudad quesera de Gouda o los molinos de Kinderdijk y el poblado de Zaanse Schans. Y si es época de tulipanes, entonces hay que acercarse también a Lisse para visitar el Keukenhof.
Pero Holanda es obviamente mucho más que esto. A continuación os dejo una lista con las opciones más interesantes para adentrarse en la cultura holandesa y vivir Holanda como un holandés.
Las ciudades y pueblos de Holanda
Muchos visitantes caen en el error de centrarse únicamente en Ámsterdam durante su viaje a Holanda, perdiéndose así el encanto de la campiña holandesa, con sus pintorescos pueblos de cuento, su hermosa costa y la impresionante naturaleza que el país tiene por ofrecer.
Países Bajos cuenta además con un gran número de pueblos y ciudades históricas llenas de edificios monumentales, interesantes museos y buenos restaurantes. Lugares como la ciudad quesera de Gouda, la ciudad de la porcelana de Delft, la ciudad hanseática de Deventer o la ciudad universitaria de Leiden, son igual o incluso más bonitas que la propia Ámsterdam.
Los bruine cafés
Ningún lugar mejor para entablar conversación con un local que un bruin café, los típicos bares de Holanda. A los holandeses les encanta sentarse en la terraza de los bares y cafés y ver la gente pasar mientras saborean una rica cerveza y piden unos bitterballen (croquetas holandesas) y tacos de queso para acompañarla.
Muchos de los bruine cafés holandeses se convierten además en verdaderos clubs nocturnos al caer la noche, ofreciendo todo tipo de conciertos en directo y fiestas para sus clientes.
El mercado semanal
En la mayoría de pueblos y ciudades holandesas suele organizarse una vez a la semana un mercado al aire libre en el que se venden tanto frutas y verduras como carnes, embutidos, pan, quesos y pescados. En algunos casos también encontrarás paradas con flores, ropa, telas y otros accesorios.
Este el es lugar perfecto para probar algunos de los productos más típicos del país, como las galletas stroopwafel (gofres holandeses), el queso holandés, el kibbeling (pescado rebozado) o el haring (arenque crudo).
Los mercados de queso
Una mención especial merecen los mercados de queso que todavía hoy se organizan en algunas ciudades holandesas como Gouda, Edam y Alkmaar. Aquí se muestra, pesa y vende el queso de la misma forma que se hacía antiguamente: ¡todo un espectáculo!
Los diques y campos de pólders
Nada más holandés que pasear en bici por encima de un dique. Muchas partes de los Países Bajos quedan por debajo del nivel del mar por lo que los holandeses se las han tenido que ingeniar para protegerse ante las inundaciones. De ahí que el país esté lleno de diques, esclusas, pólders, molinos y mil y una maneras de protegerse del agua.
En ese sentido, los Países Bajos son un ejemplo mundial a seguir. Su ingenioso sistema de diques y esclusas protegen al país de la subida del agua y lo hacen uno de los lugares más seguros a pesar de los riesgos del cambio climático.
Indispensable en ese sentido es una visita al parque de Neeltje Jans o ver el famoso Afsluitdijk.
Los molinos de viento
Otra imagen típica de Holanda es la de sus molinos de viento. Los más impresionantes sin duda son los 19 molinos de Kinderdijk, declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, pero en realidad es muy fácil ver molinos en Holanda estés por donde estés. Muchos de ellos todavía están en funcionamiento y se pueden visitar.
Los campos de tulipanes
Gran parte de Holanda se tiñe de colores con la llegada de la primavera. Son los campos de bulbos en flor, con el tulipán como máximo exponente de la nación. Indispensable en esta época del año es hacer una visita a los campos tulipanes y ver el hermoso jardín del Keukenhof.
Otro lugar interesante para los amantes de las flores es la subasta de flores en Aalsmeer, ¡la más grande del mundo!
Los desfiles de flores
Los desfiles de flores, conocidos como bloemencorso en los Países Bajos, son otra tradición vibrante y espectacular que se celebra en varias regiones del país. Estos desfiles combinan creatividad, horticultura y trabajo comunitario para crear carrozas gigantes decoradas exclusivamente con flores, principalmente dalias, tulipanes, jacintos y narcisos.
Los desfiles se llevan a cabo durante el año, dependiendo de la temporada de floración de las diferentes especies, y atraen a miles de visitantes tanto locales como internacionales. Algunos de los desfiles más conocidos son el bloemencorso del Bollenstreek, el de Zundert y el de Lichtenvoorde.
Los museos de Holanda
En Países Bajos existen varios museos que exponen de forma muy visual y entretenida todo lo que es la historia del país. Algunos de mis favoritos son el Openluchtmuseum Arnhem, el Zuiderzeemuseum y el Openluchtmuseum Veenpark.
Para los niños, nada más divertido que hacer una visita a Madurodam y ver Holanda en miniatura, o subirse a un auténtico buque de ultramar de la Compañía Neerlandesa de las Indias Orientales el museo de Batavialand, entre muchas otras opciones.
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