En los Países Bajos, hay un conjunto de ciudades conocidas como Hanzesteden o Ciudades Hanseáticas, que en su momento formaron parte de la Liga Hanseática, una red comercial que se extendió por el norte de Europa entre los siglos XII y XVI. Esta liga dejó un valioso legado histórico, arquitectónico y cultural en las ciudades que formaron parte de ella. En este post, te cuento todo lo que necesitas saber sobre la Liga Hanseática y las ciudades holandesas que fueron parte de esta histórica ruta comercial.
Un paseo por la historia comercial de los Países Bajos
Gracias a su ubicación estratégica, los Países Bajos han sido, desde tiempos antiguos, un importante centro comercial. Una de las rutas comerciales más célebres, la de la Liga Hanseática o De Hanze, atravesaba el este del país, pasando por ciudades como Zwolle, Deventer, Kampen o Zutphen, a orillas del río IJssel. Estas ciudades desempeñaron un papel crucial en esta red de comercio, convirtiéndose en prósperos puntos de intercambio de mercancías y cultura.
Gran parte de este legado se mantiene aún hoy en día. Muchas de las ciudades que fueron parte de la Liga Hanseática conservan su esplendor histórico: murallas, almacenes y casas de comerciantes han perdurado a lo largo del tiempo, haciendo que una visita a estos lugares sea una experiencia fascinante llena de historia.
¿Qué era la Liga Hanseática?
La Liga Hanseática, o De Hanze, fue una federación de ciudades comerciales que surgió en el norte de Europa entre los siglos XII y XVI. Su objetivo era fortalecer la cooperación entre los comerciantes y garantizar rutas seguras para el comercio en el Mar del Norte y el Báltico. Esta alianza permitió a muchas ciudades prosperar económicamente, desarrollando poderosos centros comerciales que aún hoy conservan su esplendor medieval.

¿Qué ciudades pertenecieron a la Liga Hanseática?
La Liga Hanseática tuvo una fuerte presencia en los Países Bajos, y según la web oficial, hasta 22 ciudades neerlandesas llegaron a formar parte de esta poderosa alianza comercial. Entre las más destacadas se encuentran Zwolle, Deventer, Kampen, Zutphen, Doesburg, Harderwijk, Elburg y Hasselt.
Estas ciudades no solo mantenían estrechos lazos comerciales con otras regiones hanseáticas como Alemania y los países bálticos, sino que también desempeñaron un papel fundamental en el crecimiento económico y la expansión de los Países Bajos.
¿Qué se comercializaba en las ciudades hanseáticas?
El comercio era el motor de estas ciudades, donde se comerciaban bienes como sal, pescado, grano, madera, cerveza, vino, telas, cera de abejas y pieles. El transporte de estos productos se realizaba principalmente a través de ríos y mares, con embarcaciones como la Kogge, un tipo de barco clave en la expansión de la Hanze.
¿Por qué desapareció la Liga Hanseática?
La desaparición de la Liga Hanseática se debió a una serie de factores, uno de los principales fue el cambio en las rutas comerciales. Durante su apogeo, ciudades como Ámsterdam no eran aún grandes potencias comerciales. En cambio, las ciudades a orillas del río IJssel eran las que dominaban el comercio en la región. Sin embargo, cuando el río IJssel comenzó a llenarse de sedimentos y se fue dificultando la navegación, Ámsterdam vio una oportunidad para tomar el control de la ruta comercial hacia el mar Báltico. Esta nueva vía comercial se volvió crucial, y a partir de ahí, Ámsterdam pudo consolidar su riqueza y su influencia, desplazando así a las ciudades hanseáticas tradicionales.
Este cambio en las rutas comerciales, junto con el declive de la solidaridad entre las ciudades miembro de la Liga Hanseática, contribuyó al fin de la organización. Las ciudades comenzaron a buscar sus propios intereses y la competencia entre ellas aumentó, lo que debilitó la estructura de la Hanze. Además, la llegada de nuevas potencias y el cambio en las dinámicas del comercio internacional aceleraron la desaparición de la Liga Hanseática.
Las ciudades hanseáticas más bellas de los Países Bajos
Hoy en día, las antiguas ciudades hanseáticas conservan su fascinante encanto histórico y se han convertido en destinos imprescindibles para los amantes de la historia y la arquitectura medieval. Estas ciudades no solo cuentan con edificaciones impresionantes, sino que también conservan un ambiente único que nos transporta al pasado y nos permite explorar el legado de la poderosa Liga Hanseática. A continuación, te presento las principales ciudades hanseáticas holandesas que no puedes perderte si eres un apasionado de la historia.
1. Deventer
Deventer es una de las ciudades más antiguas de los Países Bajos y un ejemplo de la prosperidad que experimentaron las ciudades hanseáticas. Su casco histórico bien conservado es una muestra perfecta de la arquitectura medieval, con calles adoquinadas, pintorescas plazas y monumentos históricos.
La ciudad fue un importante centro comercial durante la Liga Hanseática, gracias a su ubicación estratégica a orillas del río IJssel, lo que facilitaba el comercio entre el norte de Europa y el mar Báltico.
Una de las principales atracciones de Deventer es su famoso mercado de libros, que se celebra anualmente y que atrae a miles de visitantes. Además, su imponente iglesia de Lebuinuskerk y el barrio histórico Bergkwartier son lugares imprescindibles para los amantes de la historia y la cultura.

2. Zwolle
Zwolle fue una de las ciudades más grandes y poderosas de la Liga Hanseática, y su influencia en el comercio del norte de Europa era innegable. Su casco antiguo, repleto de impresionantes iglesias, murallas medievales y edificios históricos, sigue siendo un testimonio de su próspero pasado. El Museo de la Historia de la Ciudad, el ANNO Stadsmuseum Zwolle, ofrece una fascinante visión sobre la relevancia de Zwolle en la Liga Hanseática.
Hoy en día, Zwolle combina a la perfección tradición y modernidad, con una vibrante escena cultural y gastronómica. Su ambiente acogedor y su amplia oferta de museos, restaurantes y cafés –incluido el icónico restaurante de tres estrellas Michelin, De Librije – hacen de esta ciudad un destino perfecto para los amantes de la historia, la cultura y la buena gastronomía.

3. Kampen
Kampen es una ciudad con una fuerte herencia marítima que desempeñó un papel fundamental en la Liga Hanseática. Durante su apogeo, fue un próspero puerto comercial y su ubicación a orillas del río IJssel la convirtió en un centro clave para el comercio internacional.
Hoy en día, la ciudad conserva su esencia medieval, con puertas de la ciudad como la famosa Puerta de Broederpoort, que ofrecen un vistazo al pasado de la ciudad. Además, el Museo de la Ciudad de Kampen, el Stedelijk Museum Kampen, presenta exposiciones sobre su historia hanseática. Los antiguos almacenes y edificios comerciales a lo largo del río evocan la prosperidad de la ciudad en tiempos de la liga.
4. Zutphen
Zutphen es una joya medieval que destaca por su hermoso centro histórico y sus torres medievales, que parecen sacadas de un cuento. Fue una ciudad próspera durante la Liga Hanseática y su papel en el comercio fue fundamental, especialmente por su ubicación estratégica en la confluencia de los ríos IJssel y Berkel.
Entre sus principales atracciones destacan la torre de la iglesia de Walburgiskerk, las murallas medievales y el Museo de la Ciudad, el Stedelijk Museum Zutphen, donde los visitantes pueden conocer más sobre su pasado hanseático.

5. Doesburg
Doesburg es una pequeña ciudad con una gran historia, conocida por su producción de mostaza, pero su importancia en la Liga Hanseática radica en su ubicación como punto de intercambio comercial.
Aunque no tan grande como otras ciudades de la liga, Doesburg desempeñó un papel esencial en el comercio regional y sus vínculos comerciales con otras ciudades hanseáticas fueron clave para su desarrollo.
El centro medieval de la ciudad está perfectamente conservado, con calles estrechas y edificios históricos que invitan a un recorrido a pie. La Mostaza de Doesburg sigue además siendo una de sus especialidades más conocidas y un símbolo de su tradición comercial.

6. Harderwijk
Harderwijk, famosa por su Dolfinarium, ofrece mucho más que un atractivo para los amantes de los animales. Su casco antiguo, con plazas acogedoras y arquitectura medieval, tiene un aire tranquilo y pintoresco que invita a explorar.
Durante la Liga Hanseática, Harderwijk fue un importante centro comercial, especialmente en el comercio de sal, y su puerto fue clave para el comercio del mar del Norte y la región del Báltico. Hoy, su casco antiguo bien conservado es un testimonio de su rica historia, con edificios antiguos como la iglesia de Grote Kerk y el antiguo puerto.
7. Elburg
Elburg es una pintoresca ciudad amurallada que parece haber quedado suspendida en el tiempo. En su apogeo durante la Liga Hanseática, Elburg fue un puerto comercial clave y un importante centro de intercambio entre las ciudades hanseáticas. La ciudad conserva un valioso ejemplo de arquitectura medieval, que refleja la prosperidad de su pasado como punto de comercio.
Su compacto y bien conservado centro histórico, rodeado de murallas, ofrece el escenario ideal para un paseo que permite sumergirse en la atmósfera de antaño y descubrir cómo eran las ciudades en la Edad Media.
8. Hattem
Hattem es una pequeña ciudad llena de encanto que jugó un papel esencial en la red comercial de la Liga Hanseática, especialmente en el intercambio de productos agrícolas y textiles. Su casco antiguo bien preservado cuenta con hermosos edificios de época, calles adoquinadas y varios museos que narran su historia. El puente de Hattemer, que cruza el río IJssel, es uno de los principales puntos de interés de la ciudad.
Aunque Hattem no fue una de las ciudades más grandes de la liga, su influencia en el comercio local fue significativa. Hoy, los visitantes pueden disfrutar de un ambiente tranquilo y pintoresco mientras exploran su rica historia hanseática.

9. Hasselt
Hasselt, ubicada al norte de Zwolle, es una joya histórica en los Países Bajos. Esta ciudad, que también formó parte de la Liga Hanseática, es conocida por su pintoresca red de canales que evocan la belleza de los de Ámsterdam. Además, Hasselt destaca por su importancia como centro de peregrinación. Durante la Edad Media, fue un destino clave para los peregrinos, y hoy en día convergen dos importantes rutas: el Jabikspaad, que proviene de Frisia, y el Jacobspad de Groninga.
Pero no solo la ciudad es digna de ser explorada; sus alrededores también ofrecen paisajes naturales impresionantes. Hasselt está rodeada por áreas de belleza natural, como el Parque Nacional Weerribben-Wieden, que invita a recorrer en bicicleta o a pie lugares únicos como Olde Maten, cerca de Zwartsluis. Sin lugar a dudas, Hasselt es un destino perfecto para quienes buscan una mezcla de historia, naturaleza y arquitectura encantadora.
Como ves, Holanda está repleta de lugares mágicos que bien merecen la pena ser descubiertos.
Si estás planificando un viaje a Holanda diferente, y eres un amante de la historia, no dejes de visitar una de estas ciudades, o mejor aún, lánzate a hacer una ruta recorriendo la antigua ruta comercial de la Liga Hanseática; una experiencia única para conocer más a fondo el alma de este país y su rica herencia medieval.
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