Vincent Van Gogh (1853-1890) es probablemente el artista holandés más famoso del mundo. Nacido en la pequeña localidad de Zundert, en Brabante Septentrional, llevó una vida marcada por la inestabilidad, los cambios constantes y las dificultades personales. A pesar de morir joven, pobre y sin apenas reconocimiento, hoy sus obras se cotizan en millones y su legado es uno de los más influyentes de la historia del arte.
En este post te cuento su vida y su obra, así como los lugares en los Países Bajos vinculados a él que puedes visitar.
Nacimiento y primeros años
Van Gogh nació el 30 de marzo de 1853 en Zundert, cerca de Breda. Su vida estuvo marcada por la tragedia desde el inicio: recibió el nombre de un hermano mayor que había muerto al nacer justo un año antes.
Su padre era Theodorus van Gogh, pastor protestante, y su madre Anna Cornelia Carbentus, hija de un encuadernador real. Vincent creció junto a sus tres hermanas y dos hermanos, entre ellos Theo, quien sería su gran apoyo durante toda su vida.
Aunque no eran ricos, tampoco vivían en la miseria: la familia gozaba de cierta estabilidad gracias al oficio de su padre. Sin embargo, Vincent mostró desde pequeño dificultades de adaptación social y fue retirado de la escuela para recibir clases particulares. Con la perspectiva actual, algunos especialistas sugieren que sufría un trastorno bipolar o esquizofrenia.
Primeros trabajos y vocación frustrada
Su primera ocupación fue como vendedor de arte en la galería Goupil & Cie en La Haya, gracias a las conexiones familiares. Trabajó también en las sucursales de la compañía en Londres y París. Sin embargo, perdió interés por este mundo y probó otras ocupaciones: fue profesor y más tarde aspirante a pastor protestante.
En Bélgica, en la región minera de Borinage, trabajó como predicador ayudando a los más desfavorecidos. Su entrega fue tan radical que la Iglesia lo consideró inapropiado, lo que le llevó a abandonar la carrera eclesiástica. Fue entonces cuando decidió dedicarse por completo al arte.
En Borinage, Van Gogh comenzó a formarse como artista de manera autodidacta, realizando estudios y retratando a las humildes gentes de la región. Sin embargo, pronto cayó en la miseria y la enfermedad. Fue entonces cuando su hermano Theo lo rescató y lo llevó de nuevo a Holanda para que pudiera iniciar su carrera artística, apoyándolo con dinero y materiales. Como marchante de arte en París, Theo comprendía bien ese mundo y se convirtió en su mayor respaldo, tanto económico como emocional.

Los inicios como artista
Cuando Van Gogh decidió dedicarse plenamente al arte y vivir de la pintura, comprendió que antes debía aprender y perfeccionar su técnica. Al inicio tomó clases de pintura, se ejercitó con constancia y buscó poco a poco encontrar su propio estilo.
Tras su regreso a Holanda el 1881, primero estuvo en la casa familiar en Etten y más tarde en La Haya, donde se relacionó con otros artistas y recibió consejos de su primo político Anton Mauve, pintor de la Escuela de La Haya.
También pasó una breve temporada en la provincia de Drente, donde se hospedó en una posada que hoy es el Van Gogh Huis Drenthe en Nieuw-Amsterdam/Veenoord, realizando dibujos y pinturas inspirados en la vida rural.
Después de Drente volvió con su familia (que se habían vuelto a mudar) en Nuenen. Fue allí donde, en 1885, creó lo que se considera su primera gran obra maestra: Los comedores de patatas.
Tras una breve estancia en Amberes, donde asistió por un tiempo a la Academia de Bellas Artes, en 1886 partió hacia París, donde lo esperaba su hermano Theo, quien lo recibiría con los brazos abiertos y lo introduciría en el vibrante mundo artístico de la capital francesa.
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París y el descubrimiento del impresionismo
Una vez instalado en París junto a su hermano Theo, este le introdujo en el mundo de los artistas impresionistas. El descubrimiento de su obra dejó a Van Gogh —valga la resonancia— realmente impresionado e inspirado, lo que lo llevó a transformar su paleta de colores.
En la capital francesa también tuvo la oportunidad de entrar en contacto con grandes artistas de la época, como Toulouse-Lautrec, Pissarro, Gauguin y Seurat, con quienes no solo aprendió nuevas técnicas, sino que además entabló valiosas amistades.

En búsqueda de la luz
Su traslado al sur de Francia, en febrero de 1888, al pueblecito de Arlés, fue justamente en búsqueda de la luz. Fue allí, en la famosa Casa Amarilla, donde Van Gogh pintó el lienzo de El dormitorio en Arlés, entre muchos otros cuadros icónicos como Los girasoles, El café nocturno y El cartero Roulin.
Van Gogh pintaba de forma imparable: cada día salía al campo en busca de algo que plasmar y volvía por la tarde con uno o dos cuadros listos, que luego enviaba a su hermano en París para que los vendiera.
En Arlés, Van Gogh soñaba con fundar su propia comunidad de pintores y artistas, y es así como acabó convenciendo a su amigo Gauguin a instalarse allí por un tiempo.

La venta de las obras
A pesar de los esfuerzos de Van Gogh y del apoyo incondicional de su hermano Theo, este último no consiguió vender ninguno de sus cuadros. ¿La razón? Podríamos decir que Van Gogh fue un artista incomprendido en su época. Según los registros, Van Gogh solo vendió un cuadro de los suyos en vida: La viña roja (1888), adquirida por la artista Anna Boch.
Es justamente por esta falta de reconocimiento y ventas que Van Gogh sufrió muchas penurias en su vida y no siempre supo cuidarse. El dinero que su hermano le enviaba no siempre era suficiente y, a veces, se veía en la dura situación de tener que escoger entre comprar un lienzo nuevo o algo de comer. Como el arte siempre ganaba, Van Gogh se veía abocado a pasar hambre, al tabaco y al alcohol, lo que hizo que su salud tanto física como mental se deteriorara gravemente.

Las mujeres de Van Gogh
De Van Gogh se conocen varios amoríos, aunque ninguno acabó bien, por lo que murió sin descendencia.
El primero de sus amores fue con su prima de Ámsterdam, Kee Vos-Stricker, de la cual se enamoró fuertemente, aunque no fue correspondido. Luego tuvo un romance con una prostituta en La Haya, Clasina María Hoornik, a quien intentó ayudar a salir de la miseria. Sin embargo, la relación no fue bien vista por su familia, que lo repudió, obligándolo a cortar la relación.
El tercer idilio tuvo lugar en Nuenen con Margot Begemann, una vecina mentalmente frágil que se enamoró profundamente de Van Gogh, pero que acabó suicidándose cuando su familia le prohibió casarse con el artista.
En Arlés, Van Gogh también se relacionó con una prostituta, a la cual visitaba con frecuencia y a quien, según la leyenda, le entregó su oreja tras cortársela.

La oreja de Van Gogh
Si por algo es conocido Van Gogh es por haberse cortado su oreja, a los 35 años, durante una de sus crisis mentales. Todo ocurrió en Arlés el 23 de diciembre de 1888 en la Casa Amarilla, cuando, estando su amigo Gauguin de visita y tras una fuerte discusión, Van Gogh decidió mutilarse y cortarse la oreja izquierda (y no solo una parte del lóbulo, como sostienen algunas versiones).
A pesar de recuperarse de aquel episodio, la reputación de Van Gogh en Arlés quedó gravemente dañada y su salud mental empeoró aún más. Tras varios episodios de delirio, terminó internándose voluntariamente en el sanatorio de Saint-Rémy-de-Provence en mayo de 1889.
Allí continuó pintando de forma incansable, realizando más de 150 obras en un año, en su mayoría paisajes de los alrededores del sanatorio. Algunas de las más destacadas de este periodo son La noche estrellada y Campo de trigo con cipreses.

Los últimos días
Una vez dado de alta, Van Gogh se trasladó a Auvers-sur-Oise, al norte de París, para estar cerca de Theo y bajo los cuidados del doctor Paul Gachet, al cual también retrató en uno de sus cuadros. Allí produjo frenéticamente más de 70 obras en apenas dos meses, incluyendo Campo de trigo con cuervos.
Sin embargo, a pesar del apoyo de su hermano y del médico, Van Gogh perdió la vida el 27 de julio de 1890, a los 37 años, tras recibir un disparo en el pecho. Si fue un suicidio o un accidente causado por terceros (se sospecha de unos jóvenes que solían molestarlo) sigue siendo un misterio. Lo que sí sabemos es que, tras dos días de sufrimiento, falleció acompañado de su hermano Theo.
En total, Van Gogh dejó un legado de más de 850 cuadros y alrededor de 1.300 dibujos y bocetos.
La fama
La fama no llegó a Van Gogh hasta después de su muerte. Fue la viuda de su hermano Theo, Johanna van Gogh-Bonger, quien, tras quedar viuda y sin ingresos, decidió promover la obra del artista. Ella comprendió el potencial de la extensa colección de cuadros que Van Gogh había dejado y se dedicó a catalogar, documentar y difundir su obra.
Entre 1891 y 1925, Johanna fue vendiendo poco a poco algunas piezas, aumentando su valor en el mercado. Fue gracias a ella que coleccionistas como la familia Kröller-Müller adquirieron obras de Van Gogh que hoy se pueden ver en el Museo Kröller-Müller, en el Parque Nacional Hoge Veluwe.
Su trabajo culminó en 1973 con la apertura del Museo Van Gogh en Ámsterdam, el principal espacio dedicado al artista en el mundo, que hoy recibe más de 2,2 millones de visitantes al año y es uno de los museos más importantes del país.

¿Dónde ver un Van Gogh en Holanda?
Puedes ver obras de Van Gogh en dos de los museos principales de Países Bajos: en el Museo Van Gogh de Ámsterdam, que tiene la colección más grande del mundo, y en el Rijksmuseum, también en Ámsterdam, que incluye algunas de sus obras maestras. Es fundamental reservar las entradas para el Museo Van Gogh con antelación y de forma online, ya que son limitadas y se agotan rápidamente, y para el Rijksmuseum también se puede comprar online.
Otros lugares importantes con el artista holandés en Holanda y que puedes visitar son:
- Zundert: Vincent van Gogh vivió sus primeros diez años en Zundert. Su casa natal alberga ahora un museo y centro cultural, el Vincent van GoghHuis, que expone los orígenes y primeros años del artista.
- Tilburgo: el Stadspaleis Tilburg, antiguamente una escuela de secundaria, es donde Van Gogh recibió sus primeras clases de arte. En el Stadsmuseum Tilburg y en la ciudad encontrarás referencias a su formación temprana.
- La Haya: aquí se formó como artista con la influencia de Anton Mauve y dio sus primeros pasos serios en la pintura; la ciudad conserva lugares vinculados a esa etapa.
- Nuenen: el “taller al aire libre” donde vivió con sus padres y pintó obras clave como Los comedores de patatas. Visita el Van Gogh Village Museum para profundizar en su periodo neerlandés.
- Van Gogh Huis Drenthe (Nieuw-Amsterdam/Veenoord): en Drente, Vincent pasó una breve pero inspiradora estancia rural. En Van Gogh Huis Drenthe puedes ver la posada donde se alojó y obras de aquella época.
- Noordbrabants Museum (’s-Hertogenbosch): el museo regional de Brabante Septentrional conecta la biografía y obra de Van Gogh con su provincia natal y es el único que muestra algunas de sus obras originales en la región. También suele organizar exposiciones temáticas sobre el artista.
- Kröller-Müller (Parque Nacional De Hoge Veluwe, Otterlo): este museo alberga una de las colecciones más importantes de Van Gogh (la segunda mayor del mundo), con decenas de pinturas y dibujos. Además, el museo cuenta con un espectacular parque de esculturas y un entorno natural ideal para combinar arte y naturaleza. Sin duda, esta es una parada obligatoria para los amantes del arte.
- Carril bici Van Gogh-Roosegaarde (Eindhoven): una experiencia moderna inspirada en La noche estrellada de Van Gogh. El artista Daan Roosegaarde se inspiró en el famoso cuadro para diseñar un carril bici iluminado, el Van Gogh-Roosegaarde. Situado entre Eindhoven y Nuenen, se trata de uno de los homenajes más originales a Van Gogh, ¡pero que solo puedes ver de noche y en bicicleta!
Si quieres descubrir más lugares relacionados con la vida y obra de Van Gogh, no te pierdas la web de vangoghroute.nl.

Datos curiosos
- Van Gogh pintó más de 850 cuadros y 1.300 dibujos en apenas una década. ¡Un auténtico récord!
- Su cuadro más famoso es el de los girasoles, que pintó varias veces y de distintas formas durante su vida.
- Apenas vendió un cuadro en vida, pero hoy sus obras alcanzan cifras récord en subastas.
- Conocemos muchos detalles de la vida de Van Gogh gracias a las cartas que enviaba a su hermano Theo.
- Solo existen tres fotografías de Van Gogh: una de cuando tenía 13 años, la segunda a los 19, y la tercera ya junto a sus amigos artistas en París. A pesar de ello, Van Gogh nos dejó muchos autorretratos, por lo que su cara es una de las más conocidas.
- Van Gogh vivió durante años sumido en la pobreza. Sus preocupaciones económicas unidas a los malos hábitos y los problemas psicológicos llevaron al artista al suicidio.
- Murió sin descendencia y todos sus cuadros pasaron a manos de su hermano Theo, que falleció seis meses después, a consecuencia de la sífilis.
- El Museo Van Gogh de Ámsterdam recibe más de 2 millones de visitantes al año. Este conserva la mayor colección de sus obras: más de 200 pinturas, 500 dibujos y 700 cartas.
- Si quieres saber más sobre la vida y obra de Van Gogh te recomiendo leer la biografía escrita por de Steven Naifeh y Gregory White Smith, en venta en Amazon.
Van Gogh es el ejemplo más claro del artista incomprendido en vida, cuyo genio fue reconocido solo después de su muerte. Su intensidad emocional, sus colores vibrantes y su visión única de la naturaleza y de la humanidad lo convierten en uno de los grandes maestros de todos los tiempos. Ahora que ya sabes algo más de su vida y obra, puedes empezar a planificar qué museo o lugar relacionado con la vida de Van Gogh vas a visitar primero.
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