Donde ahora hay campos, pueblos y ciudades, antes había agua. Esta es quizás la paradoja y lo más sorprendente de Flevolanda. Flevolanda (Flevoland en holandés) es una provincia hecha a sí misma, ya que surgió en 1986 a raíz de la unión de los pólders del sur y el este de Flevoland con el pólder de Noordoostpolder. En la actualidad Flevolanda es una provincia que da cabida a muchos urbanitas del Randstad que no se pueden permitir los desorbitados precios de la vivienda en Ámsterdam. También está conocida por ser el paraíso de los agricultores, que gozan aquí de grandes extensiones de tierra de gran calidad. Debido a su corta existencia, Flevolanda se perfila asimismo como el súmmum de la modernidad, la innovación y la planificación urbanística. Un lugar donde todo, hasta la naturaleza, ha sido ideado por el hombre.
La provincia más joven
Flevoland es la duodécima y la más joven provincia de los Países Bajos, nacida del proyecto del ingeniero civil Cornelius Lely, que ya en 1891 hizo planes para cerrar el Zuiderzee (Mar del Sur) y drenar la zona.
No fue hasta 1918 que la Zuiderzeewet (la Ley del Zuiderzee) fue aprobada por el parlamento y se empezó a construir el Afsluitdijk, el dique que cerraba el Zuiderzee del mar abierto. Su objetivo: erradicar las constantes inundaciones de los pueblos del Zuiderzee y crear grandes campos de cultivo con los que conseguir que Holanda fuera autosuficiente.
El imponente Afsluitdijk, ya por sí solo toda una obra maestra de ingeniería, permitió crear una nueva provincia, Flevolanda, y hizo que el Zuiderzee pasara a ser un lago dulce, el actual IJsselmeer y Markermeer.
Flevoland se oficializó como provincia en 1986. La capital de la provincia lleva de nombre Lelystad, que significa «ciudad de Lely», en honor al «creador» de Flevoland, Cornelius Lely.
Dónde está Flevolanda y cómo llegar
Flevolanda se sitúa al norte de Ámsterdam, haciendo frontera por el oeste y sur con la provincia de Holanda Septentrional, al sur con Utrecht, al este con Güeldres y al norte y oeste con Overijssel y Frisia.
La provincia se compone por tres grandes pólderes: el Noordoostpolder en la zona más septentrional, el Oostelijk Flevoland en el centro y el Zuidelijk Flevoland al sur. Estos dos últimos forman el Flevopolder, ¡la isla artificial más grande del mundo!
Flevolanda cuenta asimismo con varias ciudades grandes, como Almere y Lelystad.
Flevolanda es atravesada por la autovía A6 y cuenta con una buena red de carreteras secundarias además de estaciones de tren en Almere, Lelystad y Dronten. También hay un aeropuerto, el Lelystad Airport, que se hace cargo de parte del tráfico aéreo de Schiphol.
Por su cercanía con Ámsterdam, Flevolanda (y en especial la ciudad de Almere), está además muy bien conectada con la capital del país.
Qué ver y qué hacer en Flevolanda
Flevolanda es una de las provincias más jóvenes de Holanda, pero no por eso es aburrida. Al contrario, este el destino perfecto para los amantes de la arquitectura moderna y los deportes acuáticos, para descubrir obras de ingeniería de escala mundial, para conocer cómo eran las antiguas poblaciones alrededor del Zuiderzee y descubrir un pedazo de Holanda que para muchos todavía es una gran desconocida.
Los pueblos y ciudades de Flevolanda
Mientras que Lelystad es la capital de la provincia, Almere se alza como la ciudad más grande de Flevolanda, que gracias a su cercanía con Ámsterdam, no deja de crecer. Ambas ciudades son una joya para los amantes de la arquitectura moderna.
Salvo en las ciudades, Flevolanda presenta grandes extensiones de tierra con escasa población. De hecho, el motivo original de Flevolanda fue justamente el de crear más campos de cultivo, que permitieran al país abastecerse por sí mismo, y a su vez, el de proteger a las poblaciones del Zuiderzee de la fuerza impredecible del Mar del Norte.
Por otra parte, en Flevolanda todavía se pueden ver hoy algunos de los antiguos pueblos pesqueros del Zuiderzee, como Urk y Schokland, que fueron islas hasta su anexión.
Un dato curioso: Las ciudades y pueblos de Flevoland fueron todos diseñados de antemano a finales del pasado siglo XX. El resultado es un paisaje de pueblos y ciudades donde todo ha sido planeado y pensado hasta el último detalle. Por ejemplo, todas las aldeas están separadas por la misma distancia, para así poder garantizar el acceso de sus habitantes a servicios como tiendas y escuelas.
Naturaleza en Flevolanda
Flevolanda cuenta con grandes extensiones de campos de cultivo, aunque su principal reclamo son los campos de tulipanes, que en primavera atraen siempre a muchos curiosos.
Pero quizás lo más espectacular es ver como en medio de este paisaje llano de campos, diques y pólders y carreteras rectilíneas, se han creado también espacios naturales como los lagos de Oostvaardersplassen, bosques como el el bosque caducifolio de Horsterwold y el Natuurpark Lelystad o las islas artificiales del Marker Wadden y IJsseloog. Aunque lo más curioso sin duda es la llamada Tulipeiland, una península artificial con la forma de un tulipán.
En estos parajes naturales habitan hoy en día un gran número de aves y animales como caballos y ciervos. De gran interés para los amantes de la naturaleza es el Knardijk, que ofrece unas vistas espectaculares hacia los Oostvaardersplassen, y el centro de visitantes De Trekvogel en el lago Lepelaarplassen.
Otro elemento muy presente en Flevolanda es el agua. Aquí los amantes de los deportes acuáticos podrán disfrutar de una amplia oferta de actividades relacionadas con el mar, como los paseos en barco, el windsurf y la vela.
Antiguos pueblos pesqueros del Zuiderzee
Una de las joyas de Flevolanda a nivel histórico-cultural son la de los pueblos de Urk y Schokland, antiguamente pueblos pesqueros situados en islotes en medio del Zuiderzee, pero que con el drenado de los pólders acabaron siendo anexionados a Flevolanda.
Ahora bien, su anexión no significa que sus habitantes hayan dejado de ser aquellos marineros valientes e independientes que vivían a la merced del mar y los vientos huracanados del Zuiderzee. Especialmente a los habitantes de Urk se les conoce por vivir a espaldas de la sociedad y seguir en gran modo «encerrados» en su pueblo.
Los que estén interesados en conocer la peculiar historia de Urk y sus habitantes pueden visitar el museo Het Oude Raadhuis. Indispensable asimismo es hacer una visita al puerto y casco antiguo de Urk, donde uno todavía puede ver las antiguas casas de madera de las familias de pescadores.
Por otra parte, la antigua isla de Schokland ofrece al visitante un paisaje único de flora y fauna, además de antiguas casas de pescadores, que forma parte de la lista de Patrimonio Mundial de la Unesco. Schokland simboliza de hecho la viva imagen de la batalla constante de los holandeses con y contra el agua. Es un lugar donde, a pesar de las amenazas por inundaciones y la pobreza con la que se vivía, siempre vivió gente: desde cazadores-recolectores prehistóricos hasta sus actuales habitantes.
Mi consejo: Si vas a visitar Flevolanda, es interesante leer el libro de Eva Vriend «Het Nieuwe Land«, que habla sobre la construcción de esta provincia y de sus primeros habitantes. La autora relata la historia de Flevolanda de la mano de la historia de su propia familia, que al igual que otros miles de holandeses, emigraron a las nuevas tierras de Flevolanda buscando un futuro mejor y convirtiéndose así en verdaderos pioneros.
Lagos de Flevolanda
Flevolanda está en su mayor parte rodeada por agua, lo que la hace un destino perfecto para los amantes de los deportes acuáticos. Solo con darse un paseo por los puertos deportivos de Almere Haven, Lelystad Haven y Zeewolde, uno ya se hace una buena idea de hasta qué punto la navegación es aquí popular.
Los lagos de IJsselmeer, Markermeer y Veluwemeer, que antiguamente formaban parte del Zuiderzee o Mar del Sur, son ahora el lugar de recreo de los habitantes de Flevolanda. Aquí practican deportes como la vela o el windsurf y hacen largos paseos en bicicleta por los diques, como el Markerwaarddijk, que conecta Lelystad con Enkhuizen.
De cara a los turistas se ofrecen también todo tipo de cruceros y paseos en barco o bien alquiler de barcas.
Arquitectura moderna en Flevolanda
Como provincia joven que es, en Flevolanda se han dejado las riendas sueltas en lo que concierna el arte paisajístico y la arquitectura. En ningún lugar encontrarás ciudades y edificios tan modernos como en Flevoland, y ¡qué decir de sus intervenciones artísticas en medio de la naturaleza, como la del hombre gigante de Antony Gormley, llamado «Exposure«!
Los amantes de la arquitectura moderna no pueden dejar de visitar Almere, una ciudad cosmopolita con un skyline envidiable en el que han trabajado arquitectos de la talla de Rem Koolhaas, René van Zuuk y Herman Hertzberger. No te pierdas por ejemplo las casas de Katterugwoningen (Jamaicastraat), Veranda Woningen (Kapitein Wal Ruslaan), los edificios de Rode Donders (Pastelstraat) o The Wave (Koetsierbaan).
Otros bonitos ejemplos de arquitectura moderna los encontrarás en el Regenboogbuurt en Almere-Buiten, Duin en Almere-Poort y el Filmwijk en Almere-Stad. No te pierdas tampoco las vistas sobre el centro de Almere desde la terraza de la cafetería La Place (Citadel 16).
¿Sabías qué? A Almere también se la conoce como el «achtertuin van Amsterdam», el jardín trasero de Ámsterdam.
Campos de tulipanes del Noordoostpolder
Muy famosos asimismo son los campos de tulipanes de Flevolanda, en especial los campos de alrededor de Emmeloord, en la zona del Noordoostpolder.
Durante la época de floración son muchas las actividades y rutas que se organizan aquí para ver a los tulipanes. La más famosa es la bollenroute (ruta de los bulbos), una ruta de 100 km que te lleva por los campos de bulbos del Noordoostpolder y que cada año cambia de recorrido.
Otros lugares de interés
- Batavialand (Lelystad): este museo cuenta con la reproducción de un auténtico barco de la Compañía Holandesa de las Indias Orientales, además de todo tipo de artefactos que nos cuentan parte del pasado marítimo del país y la historia de Flevolanda. Compra aquí tus entradas.
- Luchtvaartmuseum Aviodrome (Lelystad): museo de la aviación con todo tipo de aviones y simuladores de vuelos.
- Observatorium Robert Morris (Lelystad): este observatorio emplazado en medio de la naturaleza y con aires artísticos, es el lugar ideal para ver el amanecer.
- Exposure (Lelystad): impresionante escultura de casi 26 metros de altura del artista británico Antony Gormley con un hombre agachado que mira hacia el Markermeer.
- Bataviastad (Lelystad): gran centro comercial con tiendas outlet.
- Swifterkamp (Lelystad): dentro del parque natural de Lelystad hay un pequeño pueblo llamado Swifterkamp que recrea cómo era la vida en la prehistoria. ¡Un lugar único en el que además te puedes alojar!
- Groene Kathedraal (Almere): la «catedral verde» de Marinus Boezem es una obra de arte hecha con la ayuda de la naturaleza. Se compone por cientos de árboles que recrean el perfil de la catedral de Reims.
- Aardzee (Zeewolde): Aardzee es la obra de arte paisajística más grande de los Países Bajos, diseñada por Piet Slegers, que simboliza la forma de las olas del mar.
- Beelden op de dijk (Ketelhaven): en el dique a lo largo del Ketelmeer encontramos las estatuas de Cyril Lixenberg, un enorme cuadrado, un círculo y un triángulo, que forman un singular espectáculo a lo largo del dique digno de fotografiar.
- Hanneke’s Pluktuin (Biddinghuizen): el lugar favorito de los amantes de las flores en Flevolanda, ¡donde además podrás hacer tu propio ramo de flores!
- Poldertoren (Emmeloord): uno de los iconos del Noordoostpolder es la Poldertoren, una torre de agua octogonal de 65,30 metros de altura con un mirador en su interior.
- Nagele: al pueblo de Nagele se le conoce con el sobrenombre de «plattedakendorp» (pueblo de los techos llanos), ya que este es el único pueblo de todos los Países Bajos donde todos los edificios tienen techos planos.
- Marker Wadden: las cinco islas del Markermeer, frente a la costa de Lelystad, son una meca para los amantes de la naturaleza y las personas que buscan la paz y tranquilidad.
- Walibi Holland: parque temático con atracciones para niños de todas las edades.
- Flevonice: la pista de patinaje sobre hielo más grande del mundo.
- De Orchideeën Hoeve: este parque cubierto de flores, plantas y animales es una visita obligada para todos los amantes de las plantas y los animales. El parque cuenta entre otros alicientes con el jardín de mariposas más grande de Europa y un gran parque infantil cubierto para que los niños se lo pasen en grande.
Productos típicos de Flevolanda
Flevolanda es una auténtica provincia agrícola y como tal es rica en productos locales como frutas y verduras (especialmente patatas), lácteos y huevos frescos, vinos y cervezas locales, carnes, y por supuesto pescado fresco. Visita por ejemplo la tienda de Renne Streekproducten en Nagele, un lugar único donde comprar productos locales de Flevolanda (casi todo provienen de su granja o de otras granjas de los alrededores).
También típico de Flevolanda es la arquitectura moderna, que destaca sobretodo en ciudades como Lelystad y Almere, y como no, los paisajes de pólders y molinos de viento. Sin ir más lejos, en Flevolanda se encuentra el Flevopolder, ¡la isla artificial más grande del mundo!
El símbolo de la provincia de Flevolanda es el aguilucho pálido, que se puede ver, entre otros lugares, en el Oostvaardersplassen.
Información práctica
Cuándo visitar Flevolanda
La época de floración de los tulipanes es uno de los mejores momentos para visitar Flevolanda. Otros eventos como los festivales de música de Lowlands y Defquon.1 o las diferentes carreras de barcos y regatas que se organizan, atraen siempre a muchos visitantes.
Dónde comer en Flevolanda
En el ámbito gastronómico, Flevolanda tampoco se queda atrás y sorprende todo aquél que la visita con cafeterías y restaurantes de lo más modernos, muchos de ellos veganos. Algunas de mis recomendaciones:
- Neighbours Kitchen (Marie Curiestraat 3, 1341 CA Almere): restaurante vegano con un ambiente y una terraza muy acogedora. ¡Una joya escondida en Almere!
- The Black Cockatoo (Bottelaarpassage 89, 1315 ER Almere): otro restaurante vegano de calidad en el centro de Almere.
- Restaurant Silver Wine & Dine (Zilverparkkade 1, 8232 WJ Lelystad): restaurante para ocasiones especiales, con una gran carta de vinos.
Dónde dormir en Flevolanda
En Flevolanda uno dispone de un gran abanico de alojamientos, en muchos casos situados en medio de la naturaleza o a orillas de los lagos de Flevolanda, lo que los hace un lugar ideal para desconectar y disfrutar de unas vacaciones.
Algunas de mis recomendaciones:
- Apollo Hotel Almere City Centre: el lugar ideal para descubrir la ciudad de Almere. El hotel se sitúa en el centro de la ciudad y dispone de habitaciones amplias y modernas, además de habitaciones familiares.
- Camping at Sea: glamping familiar con cabañas de lujo al lado del lago Drontermeer.
- Onze Kas: bed & breakfast de diseño con piscina y jardín, situado muy cerca de Lelystad pero en un lugar tranquilo.
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Flevolanda con niños
Flevolanda es una provincia que atrae a muchas familias jóvenes, por lo que no es de extrañar que la oferta de actividades familiares sea enorme. Aquí los niños tanto pueden jugar al aire libre en la naturaleza, aprender a hacer vela o surf, como experimentar ambientes de lo más urbanos y cosmopolitas.
Zonas de juego infantil al aire libre como Jeugdland y Speeleiland De Meridiaan en Almere, y en parques naturales como De Wieden, De Kemphaan y De Plek, son muy populares entre los locales.
Rutas para hacer con niños en la naturaleza las encontrarás en los parques de Waterloopbos y De Zevensprong. Y para ver animales de cerca, nada mejor que acercarse al Natuurpark Lelystad.
Aunque la verdadera joya de Flevolanda es el Belevenissenbos de Lelystad, ¡el parque natural con juegos para niños más grande de Holanda!
En Flevolanda tampoco faltan las rutas de gnomos (kabouterpad) para hacer en familia, como la de Het Grote Kabouterbos en Dronten, los caminos sensoriales (blotevoetenpad) como el de Sternhof en Zeewolde, y las granjas de animales educativas (kinderboerderij) como Den Uylpark en Almere.
Para los amantes de la cultura, Flevolanda cuenta con varios museos de lo más interesantes y divertidos para los niños, como el Batavialand (sobre barcos y la historia de Flevolanda), el Aviodrome (con todo tipo de aviones) y el Klokhuis (un centro dedicado a la sostenibilidad, la tecnología y la ciencia, con experimentos y talleres creativos para niños entre 4 y 12 años).
Otros lugares populares son sin duda el parque de atracciones Walibi Holland, con más de 40 atracciones y shows para toda la familia, y el zoológico Almere Jungle.
En verano no hay nada mejor que ir a disfrutar de las playas en la zona, como la playa de Wellerwaard en Emmeloord, la Schokkerstrand en Nagele y la Bremerbaai en Biddinghuizen.
Y si llueve, visita el parque de juegos cubierto de Mangrovebos Speelparadijs en el De Orchideeën Hoeve, disfruta de la pista de bolos y otros juegos en Avontura en Dronten o ves a saltar en las camas elásticas de Jumping Jack en Almere.
Mi consejo: ¡No te pierdas el restaurante de crepes holandesas más espectacular de Holanda! Hans & Grietje se encuentra en Zeewolde y cuenta con una zona de juegos infantil fabulosa además de una decoración increíble, que está inspirada en el cuento de Hansel y Gretel.
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